Tu capacidad de pensar y de no tener miedo a enfrentarte a los desafíos de la vida te hace ganar confianza.
Te ayuda a ser feliz, sentirte respetado, digno y con todo el derecho a afirmar tus necesidades y carencias.
Con una buena estabilidad mental logras afianzar tus principios y a gozar del fruto de tu esfuerzo.